Luego de la derrota de Amón y el castigo de Efraín, los judíos tuvieron treinta y un años de paz y seguridad bajo el liderazgo de Jefté y de sus tres sucesores.
Resulta paradójico que Jefté no tuvo hijos mientras que: Ibzán tuvo 30 hijos y 30 hijas, y Abdón tuvo 40 hijos y 30 nietos.
Aunque se dice poco acerca de estos tres jueces, se menciona que juzgan por siete, diez, y ocho años respectivamente.
La vida más dichosa de las personas y el estado más feliz de la sociedad es el que permite que acontezcan los sucesos menos notables. ¿Es cierto que vivir con mérito y tranquilidad, ser pacíficamente útil para los que nos rodean, poseer una conciencia limpia, disfrutar de la comunión con Dios mientras vivimos, y morir en paz con Dios y el hombre, forman la sustancia de todo lo que puede desear un hombre sabio?